Centro de Salud Londres - Madrid, Madrid

Perrero

Nunca contestan las llamadas telefónicas, si llamas desde un teléfono en la puerta del centro sanitario verás que no te contestan al entrar observarás corrillos de tres y cuatro calienta asientos hablando entre ellos en vez de trabajar. La figura inservible del funcionario se puede apreciar claramente en este centro sanitario. Donde entras en las consultas y ves a los médicos leyendo libros, donde el celador se apoya tranquilamente en la entrada sin hacer absolutamente, es la recepción hablan de sus problemas personales y dialogan a carcajada limpia, conseguir su sueldo a final de mes es el único objetivo el paciente queda en tercer plano primer plano el sueldo segundo plano las relaciones entre compañeros las risas y los juegos y en tercer plano el paciente.
Una vergüenza y una frustración tan grande siente uno cuando necesita ser atendido y que te toque este tipo de personas este sistema y este centro.

Elena G.

La administrativa morena de gafas, que está por la tarde, es una persona muy desagradable. Me ha gritado dándome lecciones de cómo usar el servicio de urgencias. Parece que uno no se puede poner enfermo a las 6 de la tarde.

En cambio, la enfermera y la médica, fueron personas muy amables conmigo.

MARTA P. T.

La atención nefasta, por llamarla atención de alguna manera. 9 llamadas y no contestan ni una. Si necesitas una cita con urgencia, o te vas al hospital a colapsarlo por cuestiones que deben atenderte en el centro de salud o te fastidias y esperas a que te toque una cita.

Rafa R.

Si puedes, evita este Centro de salud. Incompetentes y desagradables desde la señora morena de gafas de la administración, que se cree la dueña del cortijo, hasta las doctoras que nos han atendido hasta el momento, que parece que les molesta que vayas. Además te dicen que llames al número de teléfono que nunca cogen y no pueden decir que estén saturados porque en este centro de salud, nunca hay casi gente y las de administración, te las encuentras siempre cotilleando en la sala anexa a la recepción, que siempre tienes que llamarlas, por lo que podrían perfectamente coger el teléfono. El peor sin duda de los que he conocido en mis 35 años.

Paula G. O.

Acabo de estar en el centro de salud y la atención que da la señora rubia y de rizos ha sido nefasta, me dice que la dolencia que tenía no era de urgencias y tenía fiebre y dolor de garganta que me tomase un paracetamol hasta el día siguiente que me daba la cita. ¿Quién es ella, una administrativa o un médico para valorar si es una urgencia o no? ¿Qué espero a que esté mañana peor y tenga que faltar al trabajo porque ella quiera? No se para que pagamos una seguridad social, cuando tengo derecho a que me atienda un médico. Luego se quejan… en fin me voy a la privada!!! Un saludo.

RM D.

Despreciable trato por parte de la señora de administración del turno de tarde, incompetente y desagradable. No fue capaz de solucionar una gestión básica, que sus compañeras de por la mañana al día siguiente me gestionaron en 30 seg, se notan las pocas ganas de trabajar que tiene. Además de cuestionarme el porque pedía una cita telefónica y no presencial de muy malas maneras, lo siento señora a usted no tengo que darle explicaciones del porqué de mis citas médicas. Si no le gusta su trabajo no debería estar de cara al público. Y por lo que veo en las reseñas debe ser así a menudo. Cabe destacar la buena atención de la doctora Elena, y la pediatra.

Miriam A.

Nefasta atención al paciente por parte de todo un equipo sin capacidad, sin interés, sin conocimiento, sin dominio y, muy especialmente, sin vocación por el “trabajo” que realizan.
Mención especial al personal de administración/recepción (destacar a la EMPLEADA PÚBLICA del turno de tarde) por su extraordinaria falta de decoro, respeto, empatía, eficiencia, eficacia, cuidado, calidad y un largo etcétera.
Personas, por tanto, sin las cualidades y capacidades mínimas necesarias para desarrollar un puesto de trabajo como el que desempeñan e idóneas para el trato con personas.
La impunidad que les otorga su puesto fijo se hace latente en cada uno de sus gestos y actos, cargados todos ellos de una absoluta e inaceptable falta de respeto.
Su presencia en estos puestos es un insulto a los ciudadanos, a nuestra excepcional sanidad pública, a los impuestos que pagan sus salarios y a los innumerables profesionales con formación, vocación de servicio e intención y deseo de cuidar.

I. S. D. S.

Lamentable el servicio por parte de Andrea. Cero empatía y cero amabilidad. Es impresionante el nivel al que estamos llegando con el trato al paciente. Qué persona más antipática y desagradable. Cobrando de dinero público para tratar así a los ciudadanos. Si no te gusta o no sabes trabajar de cara al público, vete a otro sitio. Una cosa es que tú no pongas las normas y no puedas hacer nada y otra que no puedas tratar a las personas con un poco de respeto y amabilidad.